Un día menos,
un pasito más.
Una mañana
preciosa como hoy tendría que estar haciendo el Camino de Santiago con mi
mujer, y por primera vez, con mis hijos. El Camino es una de las experiencias
más extraordinarias que he vivido y que fervorosamente os invito a todos a
vivir y a repetir.
Eres allí plenamente
consciente de todo lo que te rodea y de lo que no.
Aprendes a
revalorizar y sobre todo a amar, a amar de otra manera.
A fin de cuentas,
vivir es caminar, y caminar es encontrar amor a cada paso.
No hay más.
Recuerdo momentos
en el País Vasco, rodeado de una belleza natural imponente, y … de montañas a
las que no estábamos para nada acostumbrados.
La dificultad era enorme, constante y parecía
no tener fin nunca. Entonces apretujaba mi rosario entre mis dedos o mis recuerdos, con mis seres queridos; respiraba hondo la música de la naturaleza o bailábamos con Dios en
estrechos senderos.
Y sabedores
que la meta llegaría, de la mano unidos, encontramos a cada paso del camino nuestra felicidad.
Un día menos, un pasito más.
ÁNIMO, ÁNIMO,ÁNIMO.
ÁNIMO, ÁNIMO,ÁNIMO.
ABRAZOSSSSSSSSSSS
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