con amor.
Con el mismo sueño que imaginó la mar,
con la misma grandeza que difuminó los bosques,
con la esmeralda
que excavaría un río de aguas preciosas;
con la luz de la tierra
donde plantó un esqueje de olivo,
con el fervor de aquel aire
cuando reza a su Madre.
Dios nos pintó Bétic@s
con la esperanza del sol
en cada amanecer,
con la savia de alegría
que en cada planta crece;
con el rocío temprano
que esculpe los pétalos del rosal;
con energía,
con todo su sentimiento.
Gracias por dibujarme la mirada,
y por no crear goma alguna que borre.
Por ser Tú también, Bético.
No hay comentarios:
Publicar un comentario