MENÉNDEZ PIDAL

CEIP JUAN XXIII- MENÉNDEZ PIDAL SEMANA 8- 10 JUNIO

miércoles, 15 de abril de 2020

LLUVIA DE ROSAS

   Hace algún tiempo había un hombre, padre de familia, que se sentía muy atraído por Dios. Pensaba continuamente en agradar y sobre todo en amarle más, pero no sabía muy bien qué hacer para conseguirlo.
Bitmoji Image

   Por aquel entonces, la situación de su trabajo empeoraba y en casa temían de perderlo.

   Un día le vino una idea que tiempo atrás meditaba, hacer el Camino de Santiago. Las circunstancias actuales no acompañaban para empezar un viaje al norte de España, y así decidió, adaptarse.

 El Camino sería en su propia ciudad, Sevilla. El origen sería siempre su hogar, y su destino, siempre , la preciosa Iglesia de San Onofre (de Adoración Perpetua, abierta las 24 horas del día) junto al Ayuntamiento. Unos 10 kilómetros aproximadamente.

 La hora de salida dependería de los horarios libres que le permitiera el maltrecho trabajo, y el recorrido intermedio sería distinto cada jornada a fin de abarcar y disfrutar de los máximos lugares posibles de su preciosa localidad.

  También pensó que sería buena idea caminar acompañado, y así encontró la complicidad de familiares y amigos en los 21 días en que consistió la prueba, la prueba de amor, a horas tan dispares como las siete de la mañana, las tres de la tarde o las diez de la noche.

 Caminar hacia Dios, es buscarlo en todo lugar, en todo momento, en cada persona y sobre todo en aquellas más necesitadas aunque muchas veces parece que las ocultamos a nuestra vista al andar por muy de frente que se nos aparezcan...


    Una amiga, por aquellas fechas, había vuelto de un viaje a la India y le había traído un diario, a cuyo regalo unió un libro sobre Santos, Ángeles y demás.

   Entre muchos pasajes, conoció la figura de una joven monja que vivió en Francia a finales del siglo pasado. Su nombre, Santa Teresita del Niño Jesús. Traía junto a su biografía, una pequeña oración, que si la recitaba durante tres semanas ( que casualidad, no ?) la Santa haría llover sobre él/ella una lluvia de rosas, de bendiciones.


Empezó el Camino buscando al Padre... orando en San Onofre y rezando también de vuelta a Santa Teresita.


 Una noche sobre las once, acompañado de su mujer y llegando ya a casa, cuando se disponían a cruzar una gran avenida cercana, les sobrevino un olor indescriptible. Es como si se hubieran adentrado en la esencia misma de una flor, de una rosa, de infinitas rosas.

ROSAS BLANCAS 🙂 Variedades de Rosas Blancas


  No podían dejar de oler. Miraban extrañados de un lugar a otro buscando el origen. Les acababa de pasar un señor en bicicleta, tenían alrededor un contenedor de basura, mucho asfalto y coches que circulaban. Detrás, a unos veinte metros, había en penumbra un rosal con una única rosa que no podía irradiar ese perfume divino ni de lejos. Estaban en plena calle, qué podía estar ocurriendo...

  Entonces mientras cruzaban la carretera y seguían impregnados del mejor de los perfumes, él cayó en la cuenta nombrando emocionado a la Santa , recordando la lluvia de rosas, entendiendo su significado. Mientras, descargas eléctricas sacudían su cuerpo a cada paso, y lágrimas regaban como ríos su rostro. Por y para siempre quedó unido en alma a ella.

Al día siguiente (día 18), volvieron a caminar y de regreso pasaron expectantes por el mismo lugar, y también les sobrevino el mismo aroma pero ya no, con esa infinita intensidad. Tomó fotos del rosal y se la envió a un buen amigo, que se dedica al cultivo de esta planta, preguntándole por aquel aroma. Éste le confirmo que el rosal de la fotografía estaba enfermo, que necesitaba cuidados y que su olor sería inapreciable, salvo a muy corta distancia.


  La oración, si persistimos, nos une y alegra, nos cuida y nos cura.

 Si fuéramos mínimamente consciente de su poder, no dejaríamos de querer caminar siquiera un ratito al día en cualquier lugar y momento.

 ¿ Me acompañas hoy ?

 ¿ Quién mejor que Dios ?



 Abrazossss








No hay comentarios:

Publicar un comentario