Los milagros son hechos producidos por una intervención especial del amor de Dios, que no tienen explicación natural posible, y que suelen tener una finalidad espiritual. Cuando se produce sobre personas no creyentes, suele tener también una repercusión especial.
En la Biblia, en el Nuevo Testamento, podemos leer muchos de éstos, haciendo Jesús curaciones increíbles, incluso resucitando a muertos como su amigo Lázaro. Este don, a través del espíritu Santo, le fue cedido a los apóstoles, y luego a muchos otros santos hasta nuestros días.
Hay otras veces que parecen venir de la mano de nuestro Ángel de la Guarda, y en cantidades mayores de las que podemos apreciar y reconocer, si bien todo dependerá de nuestra fe y del hecho de aceptarlos como regalo del gran Amor de Dios, y no de los designios de la casualidad.
Me gustaría que preguntéis a vuestros allegados por si han vivido estas situaciones y mi escribáis a mi mail manuerpapi67@gmail.com para contármelas.
Yo creo totalmente, y más adelante os relataré un acontecimiento, para mí extraordinario, que puso mi vida en juego.
Abrazosssssss
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